Sonia solía caminar del trabajo a su casa para ejercitarse en un trayecto de al menos 1 hora.
La práctica fue muy positiva por al menos un año, pero luego comenzó a sentir dolor en lo pies, en la planta y talón de ambos lados.
Con el pasar de los días, las molestias se convirtieron en dolor y luego en sufrimiento.Eran tan intensos los dolores que tuvo que suspender sus caminatas de ejercicios. A pesar del reposo que se auto impuso, el dolor progresó tanto que incluso sentía molestias caminando cortas distancias.
En los días en que decidió visitar al doctor, Dios la motivó a ver algunos videos con testimonios de personas que clamaron a Dios, y El las sanó de enfermedades sumamente graves.
En esos días su marido le comenta que también había visto otros testimonios del gran poder de Dios sanando milagrosamente.
Con estas dos fuentes de motivación e inspiración, ella decide clamar a Dios por un auténtico milagro en el dolor en lo pies que sufría.
Fue así que inició una terapia de ayuno, oración y proclamación de las promesas de sanidad de Dios.
Uno de esos días, ella llega a su casa y le dice a su marido: "Hoy me dolió menos el pie izquierdo!".
Aunque la mejoría fue mínima, fue suficiente para que su nivel de fe incremente y se anime a alcanzar su restauración completa.
Siguió entonces bendiciendo la salud de ambos pies. Pronto el pie izquierdo quedó completamente sano, sin ningún rastro de dolor e incomodidad, estaba simplemente perfecto!
Ella había ganado una gran batalla, pero no aún la guerra. Ahora era el turno del pie derecho.
El dolor era bastante rebelde. Algunos días disminuía y otros recuperaba su intensidad; pero aunque el dolor era inestable, ella solo se dedicó a bendecir su pie con perseverancia.
Unas semanas después el dolor comenzó su retroceso. Fue tan grande este avance en su recuperación, que Sonia decidió volver a caminar desde su trabajo hasta la casa, lo hizo con fe y convicción de que faltaba poco para llegar a la meta.
Mantuvo su nivel de oración a pesar de la molestia al caminar un largo trayecto, pero la mejoría era notoria todos los días; la oración y la fe en Dios estaban ganaban terreno al dolor.
Pasado un tiempo, su marido le dice que él iría a trotar y ella le dice que le acompañaría, pero él responde diciendo:
"Hoy prefiero ir solo porque necesito trotar y no caminar".
Ella responde: - "Que bueno, yo trotaré contigo".
El dice: - "Pero no puedes; y el dolor de tu pie derecho?".
Ella finaliza diciendo -
"A partir de ayer, ya no tengo ningún dolor, estoy sana!".
Desde entonces Sonia caminó y trotó con libertad y sin dolor. Ella le acredita su milagrosa restauración a la fe que puso en Jesús y en las promesas de sanidad escritas en la Biblia.
Si crees que Dios sanó el horrible dolor en lo pies que sufrió Sonia, entonces puedes creer que El también sanará tus dolencias físicas y también tu alma.
Así como el cuerpo necesita salud, el alma también lo necesita; por ello, haz ahora mismo...
La Oración #1
Bueno... el #1 está muy relacionado con el principio de algo; como por ejemplo: el 1er día de nacido... el 1er grado... el 1er día de clases... etc.
Si nunca antes habías orado a Dios de lo más profundo de tu corazón, y quieres hacerlo ahora por la primera vez, entonces esta es la Oración #1 que te ayudará a empezar.
No solo será la primera, sino también la más significativa e impactante... así que prepárate!
Abajo encontrarás una oración donde vas a:
- Reconocer que eres pecador,
- Reconocer que Dios te ama,
- Aceptar su perdón por tus pecados,
- Aceptar su plan de salvación para tu vida,
- Aceptar a Jesús en tu corazón como el Señor de tu vida.
Entonces, sin más perdida de tiempo, sin más análisis ni objeciones, ora así:
Dios, esta es la oración #1 que hago porque te necesito en mi vida.
Reconozco que soy pecador/a y que estoy fuera de tu gloria; si yo muriera hoy, mi vida se perdería eternamente y no quiero eso... yo quiero vida eterna!
Pero la Biblia dice que tu me amas tanto, que diste la vida de tu hijo Jesús para que El muera por mis culpas... en mi reemplazo!
Tanto amor no lo puedo entender en este momento, solo puedo aceptar humildemente el regalo de tu salvación.
Acepto tu perdón por mis pecados; confieso con mi boca que tú Jesús eres el Señor de mi vida, de la tierra y del universo; y creo en mi corazón que el Espíritu de Dios te levantó de entre los muertos.
Por todo esto, ahora soy salva/o y tengo el derecho para ser hija/o de Dios Padre.
Amén!
Felicidades!! Haz hecho la oración de fe en Dios y entrega a Jesús que siempre será la más importante de tu vida. Este es el primer paso para comenzar a conocerle al Dios que tanto te ama.
Ahora te conviertes en heredera/o de multitud de bendiciones que están preparadas para ti.
Cuáles son esas bendiciones y donde están?
Todas están escritas en la palabra de Dios, que es la Biblia. Solo tienes que leerla y creer que Dios va a prosperar tu vida.
Como la oración, Dios y la Biblia tal vez son temas nuevos para ti, es muy aconsejable que te unas a un grupo de personas que también le aman a Dios, para así conocer todos los beneficios que Dios tiene para tu vida.
Si estás de acuerdo conmigo, entonces me gustaría ayudarte a encontrar el grupo de personas mejor capacitadas que están en tu ciudad.
Para ello, fíjate en esta sección...
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