El fuego de Dios viene sobre tus
labios para que apartes de tu boca toda palabra inútil que trae
derrota en tu
vida. Cancelamos toda palabra negativa que hayas dicho, y en su lugar desatamos
la poderosa promesa de la bendición de Dios, en el nombre de Jesús. Amén
En Mateo 12:36 dice: “Pero yo les
digo que en el día del juicio los hombres darán cuenta de toda
palabra ociosa
que hablen. Porque por tus palabras serás justificado y por tus palabras serás
condenado”.
Toda palabra que salga de nuestra
boca debe salir con el propósito de edificar, bendecir, ayudar,
aclarar, adorar
y nunca para producir cosas inútiles que no ayudan ni bendicen a nadie.
En
proverbios 18:20 dice: “Las palabras sabias satisfacen igual que una buena
comida; las palabras
acertadas traen satisfacción”. Hay personas que
constantemente están derramando sobre sí, y
sobre los demás, palabras inútiles,
ociosas, que no producen nada bueno, sino que amargan y
llevan a la derrota.
Jesús advirtió que todos daremos cuenta de las palabras ociosa o inútiles
que
hayan salido de nuestros labios. Debemos hablar y obrar a las promesas de Dios.
Edifica tu vida
sobre palabras de vida, salud, sanidad y perdón. Pide al Señor
que te llene del Espíritu Santo para
que te inspire a decir y hacer lo
correcto. Evitemos toda discusión necia, basada en el orgullo, que
destruye
nuestra vida y familia. Si algo vamos a decir, que sea conforme a la palabra de
Dios, para
hacer el bien, para alentar, corregir con amor. Hacer esto desata el
poder y la bendición de Dios para
tu vida.
Oremos: Padre Celestial, llena
hoy todo mi ser con tu Espíritu Santo para que hable siempre
palabras de
bendición, vida y sanidad; proclamando tus maravillas y tu voluntad. Purifica
mis
labios con tu fuego para desatar toda bendición, en el nombre de Jesús.
Amén
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