martes, 25 de abril de 2017

Una mirada bíblica a las maldiciones generacionales

¿Qué es una maldición generacional?

Se conoce como maldición generacional a los pecados, o consecuencias de pecados, que heredamos de los padres. Es decir, que los hijos podemos estar practicando un pecado que nos ha llegado como una atadura espiritual, o que estamos sufriendo los efectos de un pecado como una herencia de nuestros padres. Estas consecuencias también pueden llegar en formas de adicciones y diversas enfermedades. Un sector de la iglesia que enfatiza en este tema suele motivar a los creyentes a hacer una evaluación retrospectiva e investigar los pecados de sus progenitores. Enseñan que puede que esa sea la razón de que un pecado o un patrón pecaminoso persista en sus vidas. También enseñan que los constantes problemas, las frecuentes enfermedades, y las permanentes crisis financieras pueden ser expresiones de una maldición generacional.
En simples palabras, una maldición generacional apunta a las consecuencias que podemos estar pagando por los pecados de un antepasado. 
Si ese es el caso, el creyente entonces no podrá librarse de esa condición a menos que se le practique liberación. Es decir, una sesión de oración, imposición de manos, y hasta una confesión por parte del afectado, para romper la atadura. En algunos casos, estas liberaciones, que pueden durar varias horas, se llevan a cabo en los templos al final de los servicios dominicales, en retiros espirituales, o en casas como parte de una consejería.

¿De dónde proviene esta enseñanza? 

El texto bíblico más utilizado como soporte para esta enseñanza se encuentra en Éxodo 20, como parte de los 10 Mandamientos que recibió Moisés el monte Sinaí: “No los adorarás ni los servirás. Porque Yo, el Señor tu Dios, soy Dios celoso, que castigo la iniquidad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que Me aborrecen” (Éx. 20:5). La misma advertencia se repite luego en Deuteronomio 5:1-11
Por tal razón, hagamos el esfuerzo de observar la enseñanza de este pasaje, para así poder entender cómo nos compete a los creyentes hoy.

Entendiendo mejor Éxodo 20:4-5

Es claro que las consecuencias del pecado de la idolatría eran terribles, y el Señor quiso crear esta consciencia en el pueblo. Entonces, ¿qué quiere decir que Dios visitará la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación?
Lo que debemos entender de este texto es que se trata de un principio, y no de una condición irreversible. Es decir, esto no debe ser comprendido como una sentencia definitiva que condenaba sin esperanza a hijos de padres pecadores. El principio es que habrían consecuencias por la maldad, y esas consecuencias afectarán también a los hijos. Pero esto no era un absoluto, en el sentido de que los pecados de los padres serán condiciones irreversibles para los hijos.
Para entender este texto describiré dos escenarios que ilustran bien estas consecuencias.
Si un hombre roba, ese pecado no solo afecta al ladrón, sino también en un sentido muy real a los hijos, porque si ese hombre es encontrado y juzgado, ya no podrá estar por su familia. Además, si robar es el estilo de vida de esa persona, hay una gran probabilidad que los hijos también sean inclinados y movidos a lo mismo.
Otro ejemplo: digamos que un padre de familia es un alcohólico. Tarde o temprano, su adicción al alcohol le puede acarrear consecuencias para él y los suyos. Por ejemplo, si el borracho hace cosas indecentes, o pierde su trabajo, o entra en pleito con otros, o se enferma, eso tendrá consecuencias terribles para los miembros de su familia. Es en ese sentido que la maldad de un padre afecta a los hijos. Y eso sin considerar que un hijo puede crecer predispuesto al alcohol y hasta volverse él mismo un alcohólico pues eso es lo que vio como un patrón normal de conducta. 
El hecho de que Dios visite la maldad de los padres sobre los hijos es más bien un principio de consecuencias y no necesariamente una sentencia absoluta que deja a los hijos sin posibilidad de redimirse. Tampoco debe entenderse cómo una maldición generacional o una atadura espiritual de la que debamos librarnos.
Ésta es la necesaria conclusión que también está descrita en el mismo Pentateuco. Porque en el libro de Deuteronomio, se nos dice que “Los padres no morirán por sus hijos, ni los hijos morirán por sus padres; cada uno morirá por su propio pecado” (Dt. 24:16). Presta atención: “cada uno morirá por su pecado”.
Es decir, en el Antiguo Testamento ya estaba establecido el principio de la responsabilidad individual, descartando toda noción de maldición o atadura generacional. En otras palabras, ningún hijo pagará por los pecados de los padres, sino que cada uno pagará las consecuencias de sus propios pecados. Y aunque nuestros hijos pueden ser afectados por nuestras decisiones, o se pueda padecer la misma enfermedad de un antepasado, como la ciencia lo ha probado, no debemos interpretarlo como que una fuerza espiritual está detrás. Una vez más, las consecuencias que sufrimos no deben ser entendidas como maldiciones generacionales.
En una medida menor, otro texto que es usado para enseñar las maldiciones generacionales se encuentra en Proverbios:
Como el gorrión en su vagar y la golondrina en su vuelo. Así la maldición no viene sin causa (Pr. 26:2).
Pero basar la enseñanza de ataduras generacionales por este verso es un mal ejercicio exegético. Primero, porque en este pasaje no se está hablando de las consecuencias que los hijos reciben por los pecados de los padres. Más bien la línea de pensamiento del autor está orientada a la insensatez del necio. Segundo, porque el texto original de Proverbios 26:2 dice:
Como el gorrión en su vagar y la golondrina en su vuelo, una maldición que no tiene causa no se posan (Pr. 26:2).
Lo que este proverbio quiere decir es más o menos esto: no te preocupes si alguien te maldice sin que seas culpable, tal maldición no tendrá efecto. La maldición que con su boca alguien profiera contra un inocente no tiene poder de hacerle daño, de la misma manera que un ave no daña a nadie cuando vuela. Este texto no está enseñando absolutamente nada de ataduras ni maldiciones generacionales.

Un antiguo error

El hecho de culpar a otros por nuestras desgracias es algo tan antiguo como el relato de la creación. No asumir la responsabilidad individual es precisamente lo que hizo Adán al culpar a Eva cuando fue confrontado por Dios. Y eso es también lo que hizo Eva al culpar a la serpiente, cuando ella fue confrontada por su creador (Gn. 3). Pero en el tiempo cuándo los judíos fueron deportados a Babilonia, esta misma actitud floreció en la forma de un conocido refrán:
Los padres comen las uvas agrias, y los dientes de los hijos tienen la dentera (Ez. 18:2).
El pueblo de Israel está cautivo en Babilonia. Hay tristeza, y amargura entre los israelitas. Ezequiel es el profeta escogido por Dios para hablarle al pueblo. Entre los judíos existe una esperanza de que esto terminará pronto y luego volverán a casa. Pero la esperanza es vana. Dios está castigando a su pueblo por sus pecados. Dios los ha entregado a los caldeos en esta segunda deportación y todavía una deportación más está en camino. Esta actitud fue confrontada por el profeta. El mensaje que subyace bajo este refrán es claro: estamos padeciendo por el pecado de nuestros padres. Por eso el Señor les dice lo mismo:
“Vivo Yo,” declara el Señor Dios, “que no volverán a usar más este proverbio en Israel. Todas las almas son Mías; tanto el alma del padre como el alma del hijo Mías son. El alma que peque, ésa morirá (Ez. 18:3-4).
Aquí una vez más Dios corrige la fatalista noción de que los hijos serán víctimas de una sentencia irreversible por culpa de los padres.
Esta idea también es asumida por los discípulos en el Evangelio de Juan. Ellos le preguntaron a Jesús si la ceguera de un hombre era el resultado del pecado de un antepasado. A la inquietud de los discípulos, él les respondió:
“Ni éste pecó, ni sus padres; sino que está ciego para que las obras de Dios se manifiesten en él. (Jn. 9:3).
Una vez más, esta excesiva (y hasta enfermiza) inclinación de interpretar las desgracias de las personas como una consecuencia de los pecados de un antepasado es confrontada por Jesús, quien les dice que esta ceguera solo sirve para glorificar a Dios.
Ese énfasis de maldiciones generacionales casi siempre despoja al creyente de asumir su responsabilidad personal. Y lo que es más delicado: no lo motiva a procurar el arrepentimiento por sus propios pecados. 

El daño que esto causa

Muchas y lamentables son las consecuencias que la enseñanza de las ataduras o maldiciones generacionales han traído a la iglesia. Algunos en el pueblo de Dios están ávidos por buscar que alguien les practique una sesión de liberación, pues creen que esa atadura solo pierde su poder con esta práctica. En otros casos, el creyente que se siente inocente esquivará su responsabilidad personal y no procurará el arrepentimiento. Pero también están los que han sido decepcionados por las implicaciones de esta enseñanza. Aquellos que han sido objeto de una liberación y que con el tiempo el pecado o las consecuencias de un pecado reflotaron experimentan desilusión con el evangelio o las Escrituras. Otros quizá lo resuelven sometiéndose periódicamente a estas liberaciones.
Por lo tanto, en concordancia con la enseñanza bíblica debemos concluir que la doctrina de las maldiciones generacionales es teológicamente deficiente y en la práctica es muy nociva para el creyente y la iglesia en general.

La alternativa bíblica

Pero entonces, ¿qué hacer si en la vida diaria parece que somos inclinados a practicar los mismos pecados de nuestros antepasados? ¿Cómo librarnos de esa influencia?
Para empezar respondiendo a esta legítima pregunta, debo establecer que los hombres nacemos muertos en nuestros delitos y pecados (Ef. 2:1), y que nuestro corazón está inclinado siempre y únicamente hacia el mal (Gn. 6:5). Solo por la intervención soberana de Dios, los hombres somos regenerados y recibimos un nuevo corazón. En otras palabras, Dios nos hace nacer de nuevo (Jn. 3:3). Cuando el hombre se arrepiente de sus pecados, abandona sus malos caminos y se vuelve a Cristo en obediencia, está dando la gloriosa evidencia de su nuevo nacimiento. Es por eso que el apóstol Juan decía: “Ninguno que es nacido de Dios practica el pecado, porque la simiente de Dios permanece en él. No puede pecar, porque es nacido de Dios” (1 Jn. 3:9). Esto quiere decir que cuando una persona nace de nuevo, se arrepiente y abandona sus pecados, no mostrará un patrón pecaminoso de conducta. El creyente peca, pero no practica el pecado como un estilo de vida. Tomando como referencia las palabras de Juan, concluimos que la práctica abierta y permanente de un pecado, en la mayoría de los casos es una evidencia de que esa persona no nació de nuevo, y que nunca se arrepintió de sus pecados. Si ese es tu caso, entonces debes reconocer tu necesidad de salvación, arrepentirte de tu maldad, y depositar tu confianza solo en Jesucristo para el perdón de tus pecados. La biblia enseña que todo aquel que viene a Cristo, Él no le echa fuera. Corre al Señor y Él te recibirá y te dará descanso (Jn. 6:37 & Mt. 11:28-29).
Sin embargo, ¿qué sucede con alguien que da evidencia de su regeneración y ha mostrado los frutos de su arrepentimiento, pero todavía lucha con alguna forma de pecado, adicción o inclinaciones de sus antepasados?
La inquietud también es legítima, y la biblia también nos responde al respecto. Aquí es importante destacar que desde el momento de nuestra conversión, empieza en el creyente el proceso conocido como santificación. Se le llama así al proceso por medio del cual, desde la conversión, Dios hace al creyente más libre de la influencia del pecado y lo transforma a la semejanza de Cristo. Pero este proceso es gradual y dura toda la vida. Y aunque es una obra de Dios, el creyente también participa del mismo. Esta es la enseñanza que Pablo expone en Romanos 6. Por eso dice, “Por tanto, no reine el pecado en vuestro cuerpo mortal para que no obedezcáis sus lujurias” (Ro. 6:12). Es decir, no se dejen gobernar por el pecado.
La vida de un genuino creyente se caracteriza por una constante lucha contra el pecado. El hombre regenerado batalla por no pecar, y cuando lo hace siente una profunda convicción. Siente tristeza y amargura por haberle fallado a su Salvador.
Pero no debemos olvidar que el llamado del creyente es a negarse a sí mismo, a tomar su cruz cada día, y seguir a Jesús (Lc. 9:23). Pablo nos llama a hacer morir lo terrenal en nosotros (Col. 3:5) y por medio del Espíritu a hacer morir las obras de la carne (Ro. 8:13). Pedro exhortaba a los creyente a que se abstengan “de los deseos carnales que batallan contra el alma” (1 Ped. 2:11).
Parte de esta batalla es la actitud permanente de procurar el arrepentimiento. Un creyente es un pecador que reconoce cuando falla y se arrepiente genuinamente de su pecado. En este sentido, Lutero fue enfático al destacar en la primera de sus 95 tesis que el arrepentimiento es el estilo de vida de un creyente.
Pero en la santificación, es importante recordar que aunque se nos manda ocuparnos de nuestra salvación con temor y temblor, también se nos dice que Dios es quién produce en nosotros el querer como el hacer por su buena voluntad (Fil. 2:12-13). Es decir que Dios nos pide algo, pero él también nos da la capacidad para obedecerlo. ¡Qué gloriosa promesa! El gran Agustín captó esta verdad en su famosa oración: “Pídeme lo que quieras, y dame lo que me pides”. La gracia de Dios no solo perdona nuestros pecados, sino también nos capacita para vivir la vida cristiana.
Además, debemos decir que nuestra santificación será proporcional al entendimiento que tengamos de la persona y la obra de Jesucristo. Es decir, nuestra santidad se corresponde en gran medida a nuestro entendimiento del evangelio. Mientras más comprendamos lo que Cristo hizo en la cruz, mayor será nuestro anhelo por crecer en su semejanza. Para el efecto, la constante exposición de la Palabra será determinante. La Palabra de Dios tiene un poder santificador en la vida del creyente. Por eso Jesús le dijo a sus discípulos: “Ustedes ya están limpios por la palabra que les he hablado” (Jn. 15:3).
Debemos recordar que Cristo Jesús obtuvo eterna, segura, y completa salvación. En Él estamos completos, decía Pablo (Col. 2:10). Es decir, Cristo es la provisión de Dios para el gran problema del pecador. En Cristo tenemos todo lo que necesitamos para nuestra redención, para nuestro crecimiento espiritual, y solo en Él tenemos lo necesario para una vida plena y llena del poder de Dios. Más que mirar al pasado a ver qué tipo de maldición pudiéramos estar sufriendo, miramos a la cruz y vemos como ahora somos benditos en Él.

lunes, 17 de abril de 2017

La carga del demonio



 
 
―Pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; esta te herirá en la cabeza, y tú la herirás en el talón. (Génesis 3:15)
 
 
 
Este es uno de los versículos más asombrosos en la Biblia. Los padres de la iglesia primitiva lo llamaron el Protevangelium, que significa “la primera predicación del evangelio”. Es la promesa más clara de la venida del Redentor. Hay varias características insólitas acerca de este notable versículo que revelan la mano divina.
Para empezar, anuncia que existirá una enemistad interminable entre dos clases de la humanidad. Aquí tenemos el principio de dos divisiones de la humanidad en la que la Biblia divide a la raza. Su primera manifestación es la de la enemistad entre Eva y la serpiente. “Pondré enemistad entre ti y la mujer”, dice Dios. Esto es comprensible. Podemos ver por qué Eva detestaría a aquel que la había traicionado por medio de sus mentiras y, conforme se volverían más evidente en su propia vida los efectos de la caída, harían que aborreciese continuamente a aquel que, de una manera tan lista y despiadada, había hecho que ella fuese por el mal camino. Por otro lado, el enemigo la odiaría sin duda porque ella era el objeto del amor de Dios y Su mano de protección estaba alrededor de ella. Pero además, no se trataba sencillamente de una enemistad entre la mujer y el demonio, sino entre su simiente y la simiente de la mujer.
De la única manera que se puede explicar esta profecía es de que tiene su cumplimiento en el nacimiento virginal del Señor Jesús. Este concepto de la simiente de la mujer es único. Es la simiente del hombre la que es la línea de descendencia, y todas las genealogías de la Biblia siguen la línea de descendencia por medio del hombre.
Esto es algo que continúa actualmente en la mayoría de las sociedades. Incluso hoy en día las familias normalmente llevan el nombre del hombre. Cuando una pareja se casa, normalmente es la mujer la que deja de usar su apellido para adoptar el del marido. Pero aquí se nos dice de una manera muy distintiva que el que debe herir la cabeza de la serpiente es la simiente de la mujer. Pero en toda la historia humana solamente hay Uno que puede hacer que se cumpla esta condición, y es Jesús.
De manera que la simiente es Cristo. He aquí la más asombrosa profecía, que mira a través de los siglos al día en que Jesús nacería de María: “Pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; esta te herirá en la cabeza”. El cumplimiento de esta promesa, la simiente de la mujer, sería un hombre, nacido de mujer.
Los que recibieron esta palabra del Antiguo Testamento no pudieron entender lo que esto significaba, pero ahora sabemos que se refiere al nacimiento humilde que tuvo lugar en Belén, a los años de silencio en Nazaret, a la oscuridad en Getsemaní, a la oposición de Jerusalén, al odio de Judas, de Pilato y de Caifás, a la sangre y la muerte en la cruz; todo esto representa herir en el talón. Entonces la serpiente fue herida en la cabeza por la gloria de la resurrección. Toda esta promesa se cumple claramente en Jesucristo.
Padre, me doy cuenta de la manera en que Tú has estado llevando a cabo Tu maravilloso plan de la redención desde el principio. Gracias, Señor, porque conozco a Aquel cuyo talón fue herido, pero que resucitó con victoria.
 
 
 
Aplicación a la vida
 
¿Cómo explica la Biblia la interminable enemistad entre las dos divisiones de la humanidad? ¿Ha germinado la Simiente que nos ha sido dada y que crece en nuestro interior dando fruto?
Deja tu comentario y responde estas preguntas, Dios te bendiga y te guíe siempre amen y amen
 

jueves, 6 de abril de 2017

Los 10 espíritus que atacan la vida de un cristiano para no prosperar.

Colosenses 2: 13-15

“13 Y a vosotros, estando muertos en pecados y en incircuncisión de vuestra carne, os dio vida juntamente con él, perdonándoos todos los pecados. 14 anulando el acta de los decretos que había en contra de nosotros, que nos era contraria, quitándola de en medio y clavándola en la cruz, 15 y despojando a los principados y potestades. Los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz”.
Todo lo que necesitamos para suplir toda necesidad en nuestras vidas provienen del acto echó por nuestro Señor Jesucristo en la cruz. Por eso al resucitar y presentarse antes sus discípulos declaró que “Toda potestad me es dada en la tierra y en los cielos”. Jesús se hizo maldito, porque todo el que es muerto en una cruz es maldito, para hacernos benditos. El propósito de Dios es que seamos bendecidos para que la bendición de Dios sea traspasado a otras personas por medio de nosotros, ya que Dios nos ha destinado a ser bendecidos para entregar bendición.
Pero el enemigo se levanta para quitarnos esa bendición y para que dejemos de andar bajo el propósito de Dios para nuestras vidas, “para los que aman a Dios todas las cosas nos ayudan a bien, para los que están bajo Su propósito”.
Hay espíritus que comandan legiones de demonios para que la bendición de Dios no venga a nuestras vidas y en este mensaje veremos los 10 más peligrosos.
1. AKA MANAH: Su poder es impedir que las personas hagan cosas buenas.
- Desata apatía cuando queremos ayudar a una persona.
- Endurece el corazón de las personas. “El amor de muchos de enfriará”.
- Se encarga que los padres buenos, sean malos.
- Se encarga que los esposos, no sean buenos y e ignoren la necesidad de su esposa.
- Cuando quieres ofrendar o diezmar para el Reino de Dios, este espíritu dice: no hay dinero, te va a faltar.
- Las Escrituras dice en Ezequiel capitulo 36, versículo 26 dice: “Os daré un corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros, y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra , y os daré un corazón de carne”.
- DECLARA: “En el Nombre de Jesús, renunció a todo dominio de Akamana, renuncio a la apatía, a la dureza de corazón, y al machismo, y ato y amarro a Akamana y lo echo fuera de mi y lo declaro ilegal en mi vida, para que no vuelva más. Soy libre en el Nombre de Jesús. Profetizo que soy sensible a la necesidad de mi casa, de mi prójimo. Amén”.
2. PRUFLAS. Su poder es hacer conflictos, peleas y discusiones.
- Provoca peleas, riñas e infidelidades.
- Trabaja en los matrimonios.
- Provoca peleas antes de ir al culto, para que no vayan a buscar a Dios.
- Busca quitar la paciencia de las personas.
- Te dice mira a tu esposa, es una ogro, peleonera; y mira a esa chica, ella te comprende, ella te da lo que no te va a dar lo que tu esposa no te da, esa sí. Pero la realidad que es el mismo diablo en esa chica que busca tu destrucción.
- Provoca conflictos entre los pastores, para que haya división, y peleen de quien tiene la sana doctrina. SANA DOCTRINA: Jesús, es el Hijo de Dios, es Dios hecho carne, que vino a través de una virgen. Murió por nuestros pecados en una cruz, resucitó al tercer día, fue levantado al cielo y volverá por su Iglesia sin mancha ni arruga.
- Santiago 4:1 “¿De dónde vienen las guerras, los pleitos entre vosotros? No es de vuestras pasiones…
- DECLARA: “En el Nombre de Jesús, renunció a todo dominio de Pruflas, renuncio a los pleitos, a las riñas, a la infidelidad. Ato y amarro a Pruflas y lo echo fuera de mi y lo declaro ilegal en mi vida, para que no vuelva más. Soy libre en el Nombre de Jesús y profetizo que en mi casa hay paz y fidelidad. Amen”.
3. OSE. Su poder es provocar demencia en las personas, y está a cargo de 30 legiones de demonios.
- Transforma la mente de las personas y provoca demencia y locura.
- Hace que te concentres en los problemas y no veas soluciones.
- Hace que no duermas por las noches por los problemas.
- Te dice: - nadie te entiende – nadie te ama – nadie cree en ti – todos te desprecian – mira estas gorda – eres poca cosa – etc.
- NOTA: Esta comprobado científicamente que las preocupaciones y sentimientos de auto suficiencia provoca demencia.
- Todos los que están en los manicomios han sido obra de Ose.
- DECLARA: “En el Nombre de Jesús, renunció a todo dominio de Ose, renuncio a los problemas, a la demencia y a la locura. Ato y amarro a Ose y todo demonio que trabaja con él y lo echo fuera de mi y lo declaro ilegal en mi vida, para que no vuelva más. Soy libre en el Nombre de Jesús y profetizo que hoy vivo en gozo, paz y tranquilidad. amen”
- “Tu guardarás en completa paz, cuyo pensamiento en Ti persevera”.
4. ASMODEO: Demonio letal del pecado de lujuria.
- Mete al hombre y a la mujer en la lujuria y en la pornografía.
- Hace que tengas fantasías con otras personas.
- Hace que mires a la mujer que no es tuya.
- Asmodeo ha hecho caer a pastores, lideres, profetas, ente otros.
- Destruye el matrimonio, iglesias y hombres de Dios
- Ezequiel 23:29 dice: “y se descubrirá la inmundicia de tus fornicaciones, y tu lujuria y tu prostitución”.
- DECLARA: “En el Nombre de Jesús, renunció a todo dominio de Asmodeo, te pido perdón por todo pensamiento de adulterio, de fornicación, te pido perdón por ver pornografía y por satisfacerme a mí mismo. Ato y amarro a Asmodeo y lo echo fuera de mi y lo declaro ilegal en mi vida, para que no vuelva más. Soy libre en el Nombre de Jesús y profetizo que viviré en santidad y seré leal a la persona que has puesto a mi lado, amen
”.
5. LEVIATÁN: Demonio de la soberbia y el orgullo.
- Te hace sentir que eres mas grande de la cuenta.
- Te hace que mires a la gente por debajo del hombro.
- Te hace sentir que siempre tienes la razón y no deja que seas guiado por un ministro de Dios, ya que te muestra auto-suficiente de Dios.
- Te hace decir “No hay Dios”.
- Proverbios 21:4 dice: “Altivez de ojos, y orgullo de corazón, y pensamiento de impíos es pecado”.
- Job 41:34 “Menosprecia toda cosa alta, es rey de todos los soberbios”.
- Romanos 12:3 dice: “No tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con cordura, conforme la medida de fe que Dios repartió a cada uno”.
- DECLARA: “En el Nombre de Jesús, renunció a todo dominio de Leviatán, renuncio al orgullo, a la soberbia, y a todo concepto alto que tengo de mí. Te pido perdón por mi altivez. Ato y amarro a Leviatán y lo echo fuera de mi y lo declaro ilegal en mi vida, para que no vuelva más. Soy libre en el Nombre de Jesús y profetizo que viviré en humildad y me someteré a la Palabra de Dios y toda autoridad que Dios ha puesto sobre mí. Amen”.
6. MAMMON: Demonio de la avaricia.
- Hace que la persona que cada vez que quiera dar, no de.
- Siente que cada vez quiere mas y mas.
- Solo piensa en adquirir mas bienes solamente para él.
- Hace que el hombre desprecie a Dios por la obtención de riquezas.
- Mateo 10:10 “de gracia recibisteis, da de gracia”.
- Mateo 6:24 “Ninguno puede servir a dos señores; porque aborrecerá a uno y amará al otro, o estimará a uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas (Mammon)
- DECLARA: “En el Nombre de Jesús, renunció a todo dominio de Mammon, renuncio a toda avaricia. Ato y amarro a Mammon y lo echo fuera de mí y lo declaro ilegal en mi vida, para que no vuelva más. Soy libre en el Nombre de Jesús y profetizo seré una persona generosa y daré mi tiempo para ti. Amen”.
7. ASTAROT: demonio que se encarga de vaciar las finanzas.
- Hay gente que dice “se me hace sal y agua el dinero”.
- Manda las langostas y al devorador, para destruir nuestras finanzas.
- Entra cuando no sembramos correctamente en el Reino de Dios (Malaquías 3).
- Gálatas 6:6 “El que es enseñado en la Palabra, haga participe de toda cosa buena al que lo instruye”.
- 2 Corintios 9:6 “El que siembra escasamente, escasamente segará; y el que siembra generosamente, generosamente también segará”.
- DECLARA: “En el Nombre de Jesús, renunció a todo dominio de Astarot, renuncio a la escases. Ato y amarro a Astarot y lo echo fuera de mí y lo declaro ilegal en mi vida, para que no vuelva más. Soy libre en el Nombre de Jesús y profetizo que al sembrar en tu Reino veré la sobreabundancia de Dios. Amen”.
8. BELFEGOR: Demonio de la pereza.
- Te dice no vayas a la oración porque estás cansado.
- Te dice no arregles la casa, déjalo a su esposa.
- Le dice a los jóvenes no estudies, que tus padres te mantengan.
- Quieres tener una vida exitosa, pero te levantas a las 12 del día.
- Te dice no te prepares, no estudies la palabra; y quieres ser un predicador.
- Proverbios 19:25 dice: “La pereza hace caer en un sueño profundo, y el alma negligente padecerá hambre”.
- 1 Timoteo 4:13 dice “Ocúpate en la lectura, la exhortación y la enseñanza”.
- DECLARA: “En el Nombre de Jesús, renunció a todo dominio de Belfegor, renuncio a la pereza y flojera. Ato y amarro a Belfegor y lo echo fuera de mi y lo declaro ilegal en mi vida, para que no vuelva más. Soy libre en el Nombre de Jesús y profetizo que seré un trabajador en mi casa y en el Reino. Amen”.
9. ABSALÓN: Demonio de división y traición.
- Abusa de la confianza de los demás y se aprovecha de ella.
- Tiene celo, quisiera lo que Dios te dio.
- Dice soy tu amigo y te apuñala por la espalda.
- Absalón se muestra lindo, carismático, espiritual y tiene labia (encanta con las palabras).
- Con la labia te pinta las cosas de una forma para después traicionarte.
- Este demonio usa a los lideres para dividir la iglesia, diciendo: yo tengo mas santidad, se más de la Palabra que el pastor, tengo más unción, tengo mejores dones que el pastor, yo debería ser el pastor y lo haría mejor que él.
- Una iglesia que divide a otra iglesia jamás crece, y muere espiritual o materialmente, ya que Absalón su término es muerte.
- Marcos 3:24 “Si un reino dividido contra sí mismo, tal reino no puede permanecer”.
- DECLARA: “En el Nombre de Jesús, renunció a todo dominio de Absalón, renuncio a la envidia, a la traición, al celo y el engaño. Ato y amarro a Absalón y lo echo fuera de mi y lo declaro ilegal en mi vida, para que no vuelva más. Soy libre en el Nombre de Jesús y profetizo que seré una persona fiel. Amen”.
10. DAMBALLA: Presidente del Vodoo y la santería.
- Es el espíritu que trabaja en el vodoo, la brujería y ataca a los ministerios.
- Se conoce como la serpiente del vodoo.
- Atrapa a mucha gente de generación en generación.
- Destruye, mata y encanta a mucha gente.
- Aunque a través de la magia tiene mucho poder no es suficiente para superar el Poder del Espíritu Santo que Dios nos ha dado como iglesia.
- Mateo 16:18b dice “las puertas del Hades no prevalecerán contra ella”.
- DECLARA: “En el Nombre de Jesús, renunció a todo dominio de Damballa, renuncio a todo tipo de maldición a través de la brujería hasta la tercera y cuarta generación de mis ancestros. Te pido perdón por todo pacto que hayan hecho mis ancestros y declaro que en mi se rompe la maldición generacional y a través de mí, mi descendencia será bendita en el nombre de Jesús. Ato y amarro a Damballa y lo echo fuera de mi y lo declaro ilegal en mi vida, para que no vuelva mas. Soy libre en el Nombre de Jesús y profetizo que la bendición de Dios fluirá en mi vida. Amen”.

Vivan en la libertad que Cristo los hizo libre, sean bendecidos. Amén y amén
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martes, 4 de abril de 2017

Una mujer tal como Dios quiere que tu ¨MUJER¨ alcances a ser.

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Quiero entregar esta palabra, a todas las mujeres que visitan esta página. Proverbios 31.

En la misma Dios nos habla de una mujer virtuosa.
Una mujer   tal como Dios quiere que tu ¨MUJER¨   alcances a ser.
Versículo 10: Comienza formulando una pregunta- ¿quién la hallara?- pues en este el momento, di con todas tus fuerzas...- YO SOY ESA MUJER VIRTUOSA.
Versículo 11: -El corazón de su marido está en ella confiado..-esto se debe a que la misma ha aprendido a estar en sujeción a Dios , y a su esposo por lo tanto él puede estar tranquilo, que ella no hará nada que dañe, ni la imagen, ni la economía de su esposo ,también así como la vida de sus hijos  .
Versículo 15: - se levanta de noche -  ¨Noche¨ (equivalente a día malo  momento malo, pasajero) -y da comida-(alimento referente a lo espiritual, palabras de Dios , fe, oración, amor ) Primero a los de su casa , y ración a sus criadas ,todas las personas que se le acercan, amigas con mentalidad de esclavas que aún no han conocido el amor de dios ni la palabra de cristo.
Versículo 16: Sabe que visión tiene, paga precio por ella y no descansa hasta obtener sus metas cumplidas. 
Por lo mismo en este 2013, debes más que nunca proponerte lograr cosas en áreas distintas de tu vida, y Dios permitirá que las tomes en tus manos .Hay fruto que tienes que plantar, en otras vidas (frutos que ya has obtenido  GALATAS 5*22-.23) y que lograras fructificar con la ayuda del Espíritu Santo.
Versículo 17: Es esforzada y se fortalece en Dios (JOSUE 1*7-8 --ISAIAS 35*3-4).
No te desanimes esfuérzate, se valiente, no temas camina en la palabra de Dios y, GUARDALA,  vívela y te ira bien hará prosperar tu camino.
Versículo 18 :   Cuando veas que todo va bien ¨tu lámpara¨ (oración) no la apagues, sigue edificando en Dios NO CUELGUES LAS ARMADURAS (EFESIOS6.13)
Versículo 20: Estate atenta de la necesidad de los pobres tanto espirituales como materiales.
Versículo 22 no descuides tu belleza, tanto espiritual como física y recuerda sobre tu vida de princesa hay un vestido de honra un manto de hija, especial de Dios.
Versículo 23:- su marido es reconocido - Porque detrás de todo gran hombre hay una gran mujer. Por eso si alaban a tu esposo habla bien de ti todo lo contrario si hablan mal de él . Respétalo honrarlo atiéndelo amalo y cuídalo.
Versículo 25: -Fuerza y honor son sus vestiduras. se ríe de lo porvenir, (ISAIAS26*3.) Cuando tú estás haciendo lo correcto, no hay nada que te de temor puedes descansar en  Dios y reírte de lo que viene, porque bajo sus alas estarás segura.
Versiculo26: Mujer se sabía al hablar, abre tu boca con sabiduría, bendice a tu esposo e hijos (PROVERBIOS 15*1-2. SANTIAGO 3*10. SANTIAGO 1*19)
Versículo 28: Cuando estas virtudes estén en ti, tus hijo te van a respetar y tu esposo te va a elogiar, porque has entendido lo que es estar bajo autoridad (1ªPEDRO 3*1) No detengas el disciplinar ni las enseñanzas a tus hijos (PROVERBIOS 13:*24.)
Versículo 31: Lo que va a hacer que te alaben serán tus hechos, tu conducta lo que eres en público y en privado (PROVERBIO 12*4) La mujer virtuosa es corona de su marido (PROVERBIOS 14)-La mujer sabia edifica su casa más la necia con sus manos la derriba -.

Caminemos este año en esta palabra y declaro por fe que cada día, habrá más incremento de virtud visto en cada.....segundo, minuto de nuestras vidas
                             
MUJER DE REINO